VENECIA: Cuatro décadas de oficio heladero

Hasta el año 1976, Ricardo Schickler trabajaba en una fábrica, pero su ambición era tener un negocio propio. Fue así que se decidió a poner una heladería. “El inicio fue un poco duro”, recuerda Schickler, quien contaba en ese momento únicamente con la indemnización de la fábrica como capital.
 
Al tiempo pudo comprar las maquinarias de una heladería que había cerrado, pero aún tenía que sortear otro obstáculo. “Durante un año no podíamos alquilar porque no había salido la ley de alquileres”, cuenta. “Al segundo año pude poner una heladería en Av. Jorge Cura 2695. Ahí alquilamos un local y estuvimos hasta 1982”.
 
Vienen a su memoria recuerdos de su suegro, quien lo habría incentivado a abrir su propia heladería ya que él también estaba en el rubro. “El nombre Venecia lo propuso mi suegro porque decía que las heladerías tenían que tener nombres italianos”, explica Shickler. “Fue él quien me enseñó a hacer los helados y me dio una mano muy grande para que pueda poner la heladería y para progresar”.
 
En 1978, Venecia sumó otra sucursal en la ya tradicional esquina de Córdoba y Campbell. “Primero tumbé una pared e hice un salón, luego tumbé otra, y al final tumbé todas e hice una heladería grande que es la que está actualmente”, recuerda. “Se fue haciendo paso a paso. Siempre recurriendo a créditos ya que tuve que hacer todo solo desde abajo”
 
De esta manera, Venecia fue progresando. Hoy la heladería bien cuenta con modernas maquinarias. “El mercado del helado ha evolucionado bastante”, reflexiona Schickler. “Cuando arranqué solamente se vendían helados. No había bandejas, no había postres”.
 
A pesar de las adversidades, los años de experiencia han dado sus frutos y hoy Venecia cuenta con una clientela fija compuesta por distintas generaciones que concurren a la heladería periódicamente desde hace muchos años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *