ARUBA: Comenzando desde abajo con dedicación y empeño.

La historia de Aruba se remonta a los años ’80, cuando Héctor Motta comenzó a revender helado de Polo Sur. La temporada siguiente, avanzó con la compra de una fabricadora. “Compré la mitad con el vehículo que tenía y el resto con cheques”, cuenta. “Además, compré una heladería que ya tenía toda la cartelería hecha con el nombre de Aruba”.
 
En 1988, Motta instaló la heladería Aruba en Bv. Oroño al 3500. Como no tenia fabricante, pidió recomendación y así dio con Alsidez Méndez, un hombre que se convertiría en su mano derecha y continuaría acompañándolo hasta el día de hoy. También Noemí Alfieri fue su colaboradora desde los comienzos.
 
Más adelante, se aventuró a abrir otra sucursal en Av. San Martin y Lamadrid, una ubicación que resultaría ser muy acertada. “Era levantarse a las 7 de la mañana para estar en la fábrica y acostarse a las 2 de la mañana”, recuerda Motta.
 
Al año siguiente, logró incorporar un transporte de frío y trasladar la fábrica a un local de Av. Grandoli. “Tenía empleados muy eficientes y trabajadores que ayudaron a mi crecimiento”, relata. “Alsidez trajo a trabajar a muchos parientes suyos que eran muy laburantes. Gracias a este equipo de trabajo que se formó, llegué a tener 14 heladerías”.
 
Sin embargo, un crecimiento tan abrupto implicaba mucho trabajo, a la vez que veía disminuido su tiempo de calidad familiar. “Un día, en el año 2000, decidí cerrar muchas sucursales”, explica Motta. “Me dediqué más a mi familia”.
 
Hoy, la heladería cuenta con dos sucursales. Una se ubica en el pintoresco Paseo Aruba en la ciudad de Gálvez, incorporado junto a un negocio de hamburguesería. La otra es la tradicional esquina, muy conocida y querida por la gente de zona sur de Rosario, de San Martin y Lamadrid.

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